La Santísima Madre misma le dio el diseño del metal a Santa Catalina Labouré con la esperanza de que fuera compartida con el mundo y con todos. No hay nada sospechoso ni magia en el metal, ni es un amuleto de buena suerte. Es un gran testimonio del poder de la oración y la fe. Sus mayores milagros son los de paciencia, perdón, arrepentimiento y fe.
Los devotos miembros del grupo de devociones de la Medalla Milagrosa se reúnen todos los sábados después de la misa de las 8:00 am para las oraciones de la novena.
Si está interesado en ser miembro o aprender más, complete el formulario a continuación o llame a la rectoría al 215.333.0442.